martes, 1 de octubre de 2013

LACTIFRUTOS

1. Frutas 

Las frutas y los zumos de frutas nos aportan agua,                                                                                        azúcares, vitaminas como la vitamina C y los carotenos;
minerales como potasio y selenio; y fibra.
Es recomendable un consumo frecuente de frutas
enteras, ya que los
zumos aportan sólo
vitaminas y minerales
y carecen de la mayor
parte de la fibra que
aporta la fruta entera.
Las frutas desecadas
(ciruelas, castañas, pasas,
dátiles) se caracterizan principalmente por un menor contenido de agua, aunque concentran el resto de los nutrientes y aumentan también el aporte calórico.

La fruta entera es una fuente
importante de vitaminas,
minerales y fibra. 

Teniendo en cuenta el valor nutritivo y su papel protector para la salud, deberíamos consumir tres o más piezas de fruta al día, preferentemente frescas.
Es importante que una de ellas sea una fruta rica en
vitamina C: cítricos, kiwis, fresas, etc.

2. Verduras y hortalizas 

Las verduras y hortalizas son una importante fuente de
vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, por lo que es
recomendable consumirlas diariamente, aprovechando la
gran variedad de verduras que nos ofrece nuestro entorno mediterráneo.
La mejor manera de aprovechar todas sus vitaminas y
minerales es tomarlas en crudo, solas o en ensalada. Al
horno o a la plancha es otra deliciosa opción. Si las hervimos,
es conveniente aprovechar el agua para sopas o purés,
porque en ella quedan muchos de los minerales de
las verduras. Si las cocemos al vapor mantendremos la
mayoría de los nutrientes.
Se recomienda un consumo mínimo de 300 g diarios (2 raciones), aunque lo deseable sería consumir alrededor de 400 g de verduras y hortalizas por día, priorizando las variedades de temporada.
Es preferible que una de las raciones sea en crudo, por ejemplo en ensalada, y otra en cocido, siguiendo las recomendaciones de preparación culinaria para minimizar la pérdida de nutrientes.







3.Leche y derivados 

Los lácteos (leche, leche fermentada, yogur fresco, quesos, natillas, etc) son una importante fuente de proteínas
de elevada calidad, lactosa, vitaminas (A, D, B2
y B12) y,principalmente, son una excelente fuente de calcio, mineral importantísimo para la formación de huesos y dientes.
Así como para la prevención de la osteoporosis.
El yogur fresco y otras leches fermentadas se
incluyen en el grupo de los alimentos probióticos. Estos alimentos poseen algunos efectos beneficiosos: mejoran la respuesta inmunitaria, reducen las molestias en personas con
mala absorción de la lactosa, protegen al intestino contra los microorganismos patógenos,etc. Deberíamos consumir de 2 a 4 raciones de lácteos al día, según nuestra edad y situación fisiológica (embarazo, lactancia, etc.).Entre la población adulta es recomendable el consumo de lácteos desnatados, por su menor contenido en energía, en ácidos grasos saturados y colesterol. Esta recomendación está especialmente indicada en situación de sobrepeso, obesidad y problemas cardiovasculares. Existen en el mercado algunos lácteos enriquecidos útiles en determinadas circunstancias.




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